viernes, 26 de marzo de 2010

pulsación


Que raras las hilachas que cuelgan de esta historia, ya no tengo a nadie, sin embargo tengo a todos; bebo un trago grande y me voy al hogar ...
Fumo 3 o 4 cigarrillos de corrido, estoy pensando en consumir la misma cantidad pero al día ... se entremezcla la brisa, la neblina y sin darnos cuenta el sol.
Extrañando recuerdos consecutivos pasados, viendo fantasmas de día y santos de noche, esperando un abrazo fugitivo, un beso cálido, sincero; esperando que el chófer avance más rápido, que la tierra se levante y desaparecer en medio de tantos bancos, subir al cerro y jugar con barro, subir el cerro y comprar el pan, subir el cerro y luego bajar a pagar el gas. Querer mirar con reflejos de otoño una brisa de verano, escapar de la gente y escribir en la arena, correr al cementerio y tenderme en la quebrada, cambiar las flores, partir el limón, refregar a fondo y marcharse al atardecer.
Ya de noche caminar por los adoquines y ver correr los fragmentos de los andantes, ver el grupito de la esquina, los amigos enfiestados, el solitario en la oscuridad, y caminar, solo caminar, con las manos en los bolsillos, con los documentos vencidos.
Entrar por la puerta principal del bar, buscar un espacio en el rincón junto a los cuadros, junto a las arañas. Bebo un trago grande y me voy al hogar ...

sábado, 13 de marzo de 2010

día número ...


Día número ...
Ya ni recuerdo que día es desde que nos separamos, solo sé que la melancolía viene por la noche, es que tantas cosas que pasamos juntos y de pronto olvidarte por allí así como así ... es complicado.
Hoy fui al jardín botánico, bebí cerveza como si se fuese a acabar (aunque es lo más probable), caminé por los senderos de aquellos tiempos, fumé en tu nombre por si aparecías entre las ramas. Nada, no hay rastro de ti.

Chaleco de hilo si estás por ahí manda una postal bonita o por último un llamadito de $100 pesos, tal vez yo no conteste o te hablaré con mucha frialdad, pero por dentro moriré de felicidad.

pd: tengo en la mira un nuevo chalequito, es que hace frío, viene el otoño y es muy bonito, se parece en algo a ti pero tiene mejor carácter.

jueves, 11 de marzo de 2010


Querido chaleco: han pasado algunas horas desde que te dejé olvidado no sé donde, te he recordado porque acá hace frío, pero bueno a pesar de todo sea donde sea que estés a estas horas, sé que te irá bien, la rabia de los malos momentos se me esta olvidando de a poco, sabes que no me enojo mucho ... y tengo la sensación de que podrás sobrevivir.
Me despido tomando café y comiendo kuchen para endulzar la vida ( me faltan los cigarritos, no he comprado).

Atte. Yo

pd: si vuelves regalame un cigarrillo de chocolate o un queque de esos que ya sabes ...

martes, 9 de marzo de 2010

Era de hilo ( era mi chaleco, ahora esta perdido)


Se quedará solo y yo bailaré sobre una nube con un tutú azul, se sentirá perdido cuando yo antes lo perdí a él, se le correrá un punto mientras sube a la micro fugaz, hablará de poesía cuando nadie le entendió jamás, su ironía irá en reversa, será todo casualidad, se arrepentirá una vez al mes de las cosas sucedidas, pero en el número nueve querrá volver.
Más que un chaleco era un amigo, más que un abrigo era compañía, que criterio tuve al adquirirlo, si era vil como veneno, que criterio tengo al echarlo de menos si es un trapo viejo.
Caminará sin rumbo por las avenidas en el invierno, beberá cerveza en locales sin contenido, se creerá del "medio" solo por ver al artista top del momento, perderá el acento local y sus mangas se lavarán en el estero, dormirá 24 hrs esperando que alguien parche el orificio en el pecho,sudará de fiebre al recordar su sexo, odiará el sabor del vino en noches de ron, odiará el silbido del puerto cuando sueñe con la estación, odiará la Anibal Pinto porque sabe que fumaré en la banca esperando a otro como él. No miento siento frío, es de noche y lo he perdido, no sé si lo dejé en la micro, no se si lo dejé en el metro, no sé si fue en el botánico o en la misma Anibal Pinto, no sé si fue en el muelle, no sé si fue en almirante montt, no sé si fue en el atkinson, el gervasoni o afuera de color café, tal vez en la misma plaza de Quilpué lo dejé ...
Pero ya no lo quiero, me apretaba un poco en el cuello, que se vaya lejos, cuando vuelva será verano otra vez.

viernes, 5 de marzo de 2010

los santos no !


Los santos no podrán salvarnos, no, no y no! los santos solo están en vitrinas mirando cuando no les vemos, con llamas en los ojos, luego se hacen los santurrones que no quiebran un huevo. Los santos no pueden salvarnos, la iglesia se pone de costado, me causan espasmos y pesadillas, la fe solo les da propina, la fe y sus intrigas, pero no los santos, ellos nos vigilan, ud. les da vida. Prefiero hablarle al viento, no mal interpreto su silencio, pero el silencio de los santos no! ellos no podrán salvarlo, lo que a ud. le ha ocurrido se llama FE y eso nadie lo quita, los santos ... ellos lloran, ellos se venden, ellos se trizan ! la fe ... esa no se vende, no se alquila, viene como regalo en la vida.