jueves, 11 de marzo de 2010


Querido chaleco: han pasado algunas horas desde que te dejé olvidado no sé donde, te he recordado porque acá hace frío, pero bueno a pesar de todo sea donde sea que estés a estas horas, sé que te irá bien, la rabia de los malos momentos se me esta olvidando de a poco, sabes que no me enojo mucho ... y tengo la sensación de que podrás sobrevivir.
Me despido tomando café y comiendo kuchen para endulzar la vida ( me faltan los cigarritos, no he comprado).

Atte. Yo

pd: si vuelves regalame un cigarrillo de chocolate o un queque de esos que ya sabes ...

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