viernes, 2 de abril de 2010
coma
coma más coma me enfrento,
en este punto entre el abismo y el cielo,
me enfrento a uno de los más grandes temores,
no saben el asco que predican sus motores
si sobreviviera nuevamente a la catarsis
si sobreviviera nuevamente al caos, a la incertidumbre,
es porque ya nada puede delatarnos,
soy uno entre todos los otros yo,
soy uno y no puedo contenerlo en eso llamado razón,
soy uno, fragmentado, destrozado, desangrado,
armado en la plenitud de las cosas,
armado en la lucha de lo simple, débil en el sentido común.
Llegan las cosas como piedras bajo el agua
bebo del manantial de un frío pálpito
me estremezco, cierro mi boca, me congelo,
el miedo, otra vez el miedo no me deja gritar.
Corro al infinito, donde mi mente se proyecta más allá de una secuencia
de rayos convexos, los escalofríos no me dejan pisar,
el daño, la ira, los besos, los besos y un mundo de papel celofán.
Me acerco para alejarme, muero, muero en un estado de luz y sonido,
muero, ya tantas veces lo he hecho, una muerte segura es menos que un dolor intenso
la felicidad abstracta es más fuerte que la vida asegurada.
Probemos y veamos que resulta, la combinación primaria no ha sido mi fuerte,
tal vez si mezclamos un verde limón con nubes del mediodía resulte una linda melodía,
rimas y versos vuelvo a mezclar, camino en reversa, me envuelvo en utopías
en frases y fonemas de una posible película de antaño,
y otra vez los colores grises, soy un sube y baja,
y caigo en el llanto que va en subida, sigo en reversa, me enredo,
concedo más de 10 palabras, las cuento con los dedos,
me guardo en una caja, la caja desaparece, con ella empiezo a viajar.
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Un ritmo acelerado quizás Joyce, pero es como ese pálpito que sentí anoche al verte de lejos sentada en la Aníbal Pinto. Me encantas, lo sabes.
ResponderEliminarGracias por darme estos días increíbles, no tengas miedo, estoy yo aquí para cobijarte y ser tu compañero de viaje.
Besos infinitos!