viernes, 15 de mayo de 2009
Sonríe otra vez
Tu increíble cabello castaño sedoso, tus suaves ojos color azul de mediodía, tu sonrisa de complicidad, tu chalequito sin mangas de color extraño, tus palabras, todo, todo, me has devuelto a la vida.
Nunca imagine una historia así, menos hoy, fascinada sonrio sin dejar de pensar en el porqué no pregunte tu nombre, solo sé que vives cerca mío y solo lo sé porque tu me lo has dicho, me has preguntado por mi barra de chocolate, donde vivo y que llevo en mi bolsillo, nerviosa respondí a cada una de tus preguntas y entre ellas quería que cada vez me miraras más para sorprenderme con tu boca pequeña que camuflaba pequeños dientes de leche, porque sí! mi pequeño angelito como he decidido nombrarte y que en su momento no lo pensé así, has sido mi todo en un día como hoy, me has hecho sonreírle a la vida sin parar …
Agobiada he llegado a estudiar después de una sesión con el psiquiatra, me he fumado dos cigarrillos y me he puesto en marcha hacia la locomoción que me llevaría a mi hogar, y allí sin esperarlo te encuentras tú delante de mí con una sonrisa picaresca preguntándome como mi más intimo amigo que es lo que tenía entre mis manos… un chocolate respondí... tu respuesta fue un ahhh y miraste tiernamente el suelo...”Quieres?” pregunté... Si! Y arrebataste un pedazo de mi mano y lo engulliste como si fuera lo más maravilloso a probar, una señora nos miraba detenidamente mientras ella descansaba en la banca junto a su bastón, la fila avanzaba y nuestra conversación se entrelazaba entre tus preguntas locuaces y mis respuestas florecientes, finalmente preguntaste que había en mi bolsillo me puse un tanto nerviosa y dije “mis cosas” porque en verdad eso era… tenía mis manos y el mp3 lo más propio que siento en mis caminatas y paseos, también guardaba momentos, subí al colectivo me despedí con la mano, tu te quedabas ahí junto a tu abuela que te acariciaba la cabellera, (me gustaría encontrarte y poder hacerlo también, tu cabello es realmente hermoso), desde la ventana te miraba alejarte, aquella señora te dio un golpecito en la espalda advirtiendo mi despedida con la mano, tú, tú hiciste lo más reconfortante del mundo, sonreíste como nadie en mucho tiempo y me cerraste el ojo izquierdo dejando el otro entreabiero por el cual escapaba un brillo esplendoroso.
He reído ansiosa en todo el viaje y solo quiero volver y abrazarte... o tan solo reencontrarte.
Lo haré lo sé , mi madre extrañamente me ha dicho que eres un ángel (se supone que no cree en eso pero le ha salido del alma) yo te declaro entonces mi ángel, mi luz, el brillo de la memoria y quiero retenerte como tal.
Trate de buscar una foto que te reflejara creo que esta es la mejor, te le pareces mucho… cada día me sorprendo más.
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