domingo, 5 de septiembre de 2010

Boda para dos


Soñé que me casaba contigo ... si si si, un poco extraño para una persona como yo que trata de mostrarse como una mujer moderna y libre de compromisos serios como el matrimonio, pero es en este tipo de cosas en las que me doy cuenta de que has cambiado mi eje central de forma cósmica y rotunda.
Es cierto no tengo mis "sacramentos" completos, de hecho no tengo ni uno, pero fui realista y no nos casábamos por la iglesia pero si llevaba un vestido blanco que no se diferenciaba del color de mi piel,nada del otro mundo y pequeñas flores enredadas en el cabello ondulado. Tú llegabas tarde y era como si nos hubiesen sacado de otro planeta, ambos confundidos, nos presentaron a dos novios distintos que no conocíamos del todo y nos buscábamos entre sillas y mesas para armar bien el rompecabeza, allí entendí que eras tú, entendí el porqué llevaba tacones y un vestido tan paranormal, si se supone que yo siempre sería la dama de honor en todas las bodas. Te abracé con fuerza y recibimos una cama vieja como regalo.
De seguro yo tenía como 20 o 21 y por lógica tu unos 23 ... tremendamente jóvenes, inmensamente pobres, pero el brillo que vi en tus ojos es la mejor recompensa, la sonrisa que cruzaba mi rostro, la libertad en su mayor resplandor.
No hubo fiesta, ni un pastel muy grande, solo recuerdo que eramos solo dos.




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