Podría escribirte una carta feliz, esas de amor y cuentos de hadas, esas que salen en las películas y que emocionan hasta el más seco pastor de rebaños pecaminosos, pero no.
martes, 29 de junio de 2010
Podría escribirte una carta feliz, esas de amor y cuentos de hadas, esas que salen en las películas y que emocionan hasta el más seco pastor de rebaños pecaminosos, pero no.
viernes, 11 de junio de 2010
En aguas subnormales me dejé caer,
sin pisar la arena mi piel se erizó.
Grité en murmullos bajo el silencio,
detalles fosforescentes emergieron entre nuestros cuerpos.
que te acercaras hasta formar un solo pilar
el destino del sudor de tu frente
formando amalgama con mi cabello
rara vez suelto.
Imaginé que me fotografiabas la espalda,
que me besabas los pies y que recorrías mi entrepierna,
que dos eramos muchos y que por eso somos uno en el infinito.
Desbordante sensación de amarte hasta en la célula más oculta
del tejido nervioso, escribir sobre tu esclerótica y reflejar palabras
disonantes pero melódicas .
En tu cuello bordar mis besos,
en tu oído plasmar mi respiración convexa,
abrazarte al ritmo de la agitación escandalosa
y morir (La petite mort ) entre tus sábanas y tu boca.
Mientras dormimos viajamos a otras distancias
y aunque al despertar me vista y me despida de un beso
sin esperar reacción alguna de tu cuerpo,
sé que me esperas en tu sueño profundo y yo te llevo en medio del humo que exhalo en dirección al tren.