para empezar, una pequeña combustión

Y es que estamos hechos de no se que… pero en fin la vida se nos pasa tal película inmersa en los sentidos. Muchas veces quise morir, muchas veces intente morir, pero la vida es vida y es lo que tenemos, la vida es vida y lo que nos cuesta es lo que vale, es como tratar de explicar la metamorfosis y hablar de Kafka, o simplemente tenderse en el pasto a fumar, pueden ser días de agonía y esquizofrenia o pueden ser días dulces en la feria local, quizás ( porque todo es relativo ) estamos compuestos de hebras volátiles, quizás lo que llamamos niñez es nuestra completa madurez y la etapa final de nuestras vidas, quien sabe, no somos sabios, no tenemos la labia, solo poseemos la dirección, el impulso, la ilusión, las corazonadas y la introspección.

Introspección, la real, la dudosa, el vértigo que esto nos trae y ahí estamos, aquí caemos, nos sepultamos o nos engrandecemos, nos endiosamos, puesto que la humildad (palabra comúnmente mal utilizada y desgastada) es lo que todos anhelan pero a la vez desprecian y en fin todos nos creemos super estrellas del jet set ambivalente de los mundos subversivos que creamos y lo que somos no lo enfocamos.

Empezar a creer (otra vez) empezar a respirar, levantarse, caminar, vamos anda… la carretera te espera enfrente, cruzas la calle, tomas la mochila, ponte a andar…